En el linfoma de Hodgkin se suele diferenciar a la hora de elegir tratamiento entre los llamados estadios localizados (I-II de Ann Arbor) y los estadios en que la enfermedad está más avanzada (III-IV; muchos incluyen también los estadios IIB).
Además del estadio de Ann Arbor se tienen en cuenta una serie de factores pronósticos entre los que se incluyen: edad, presencia de masa mediastínica voluminosa, presencia de síntomas B, presencia de afectación extranodal, velocidad de sedimentación globular, número de áreas nodales afectas y tipo histológico, fundamentalmente. La realización de estudios de PET durante el tratamiento es un método que se está generalizando para valoración pronóstica y elección de la duración del tratamiento.
El estándar de tratamiento habitual en los estadios localizados es quimioterapia ABVD (2-4 ciclos, dependiendo de los factores de riesgo) seguido de radioterapia de campo afecto.
El estándar de tratamiento habitual en los estadios avanzados es quimioterapia ABVD (6-8 ciclos) o BEACOPP (en dosis aumentada).
En el Linfoma de Hodgkin nodular de predominio linfocítico se puede utilizar Rituximab.
En caso de recaída se utiliza tratamiento de rescate con quimioterapia seguido de Trasplante de Progenitores Hematopoyéticos (TPH). El trasplante alogénico se reserva para la recaída del TPH.