La depresión es uno de los trastornos más frecuentes en los pacientes con neoplasias. El diagnóstico y tratamiento temprano son importantes porque mejora la calidad de vida.
Según la clasificación DSM-IV-TR los trastornos depresivos se subdividen en:
• Trastorno depresivo mayor
• Trastorno distímico
• Trastorno depresivo no especificado
TRASTORNO DEPRESIVO MAYOR
Es un trastorno del estado de ánimo que se caracteriza por uno (episodio único) o más episodios depresivos mayores (recidivante) sin que exista historia de episodios maníacos, mixtos o hipomaníacos.
No es infrecuente que los pacientes con síndromes linfoproliferativos puedan desarrollar en algún momento de la enfermedad un trastorno depresivo mayor.
La detección del trastorno es importante porque en estos pacientes puede haber un mayor riesgo de suicidio; además el tratamiento de la enfermedad de base (leucemia, linfoma, mieloma) puede ser más complejo.
TRASTORNO DISTIMICO
Se caracteriza por un estado de ánimo crónicamente depresivo que está presente la mayor parte del día de la mayoría de los días durante al menos dos años. Los sujetos se encuentran tristes y desanimados, presentando alteración del hábito alimenticio, trastornos del sueño, baja autoestima, síntomas de desesperanza, aislamiento social, descenso de la actividad y la eficiencia.
TRASTORNO DEPRESIVO NO ESPECIFICADO
Esta categoría incluye trastornos con síntomas depresivos que no cumplen los criterios para trastorno depresivo mayor, distímico, adaptativo con estado de ánimo depresivo o adaptativo con estado de ánimo mixto ansioso o depresivo.