Algunos pacientes con linfoma o mieloma, como consecuencia de los tratamientos de quimioterapia, pueden desarrollar complicaciones tales como diabetes, trombosis, anemia, descenso del número de leucocitos… y necesitan de medicamentos que resuelvan estos problemas tales como los factores de crecimiento hematopoyético (eritropoyetina, G-CSF), heparina o insulina, QUE SE ADMINISTRAN POR VÍA SUBCUTÁNEA.
La administración de estos medicamentos cuando el paciente está ingresado no crea problemas; pero cuando es dado de alta se produce una dependencia importante (horarios, uso prolongado hasta de meses, administración en domicilio…) que no siempre es fácil de aceptar, por lo que muchos pacientes y/o cuidadores optan por realizar ellos mismos la administración de tales medicamentos.
El conocimiento de la enfermedad por parte del paciente y sus cuidadores (familiares, amigos…) es muy importante porque logra mayor aceptación, cooperación, etc. y esto se refleja muchas veces en la disminución de la ansiedad y de las complicaciones.
Los enfermeros y enfermeras deben intervenir en la capacitación directa del paciente y de sus familiares en algunos aspectos de la enfermedad: automedicación, autocuidado de protección, alimentación, apoyo psicológico, entre otros para conseguir en la medida de lo posible el mejorar su calidad de vida.
Dentro del capítulo de administración de medicamentos, el apartado de la automedicación por vía subcutánea (que significa «inyección debajo de la piel») representa un lugar muy importante.
Los pacientes y/o cuidadores que opten por aprender esta técnica deben ser enseñados y supervisados por un enfermero/a; y es muy importante que no realicen dichas técnicas hasta que no cuenten con el grado de capacitación necesario y el visto bueno del profesional que le ha enseñado.
En este trabajo hemos querido recoger una secuencia explicativa en imágenes de cómo se realiza la administración de un medicamento por vía subcutánea. Estas explicaciones no deben en ningún caso sustituir a las enseñanzas del profesional y sólo son una guía, que consideramos puede facilitar las enseñanzas dadas por éste.
TÉCNICA DE INYECCIÓN SUBCUTANEA
Una vez preparada la medicación:
1.- Seleccione un sitio para su inyección. A continuación limpie la piel en ese lugar con alcohol.
2.- Pellizque un área extensa de la piel
3.- Inserte la aguja en la piel en un ángulo de 90º ó 45º (Si se trata de niños, ancianos o personas muy delgadas se recomienda aplicar las inyecciones en un ángulo de 45º; para el resto de las personas se pueden aplicar en un ángulo de 90º). Saque el embolo un poco hacia fuera, para ver si aparece sangre. En caso de que aparezca sangre deseche la jeringa y su contenido y prepare otra dosis.
4.- Empuje el embolo completamente hacia abajo, sin soltar el pellizco.
5.- Saque la aguja de la piel en el mismo ángulo en la que lo introdujo.
6.- Cubra el pinchazo con algodón empapado de alcohol y apriete suavemente unos segundos, pero no raspe ni apriete demasiado
Es recomendable establecer una selección y rotación de las zonas de inyección subcutánea (señaladas en color rojo).
7.- Deseche el material utilizado con las garantías suficientes para evitar pinchazos y o contaminación.